Hoy, os dejo con este cuento que he rescatado de mi memoria. Creo que es un cuento ideal para los más pequeños de la casa. Así que antes de acostarles, seguro que desearán escuchar este breve cuento con moraleja.
Espero que lo disfrutéis.
EL MAGO Y EL CABALLERO
Érase una vez un joven que galopaba en su hermoso corcel. El joven lucía una espléndida melena negra y gozaba de buen porte. Una vez que se encontraba cruzando el “bosque esperanza” se encontró en el camino a un viejo, sentado sobre un montículo de piedra. Al contemplarlo con indiferencia, pensó que estaba loco y no quiso detenerse. El viejo le suplicaba que se detuviese pero el joven prosiguió su camino. Al ver el descarado comportamiento del caballero, el indignado anciano, se incorporó de un salto e hizo desaparecer sus harapos mostrando su gallardía, sabiduría y respeto.
─ ¡Alto, noble caballero! - dijo el anciano.
El joven se giró, y sin desmontar le preguntó.
─ ¿Qué queréis viejo chiflado? – dijo el caballero con desprecio.
Se acercó al anciano y lo contempló más de cerca. No era en apariencia el viejo que había visto. La figura del viejo se había trasformado en la del joven y la del joven en la del viejo. Era pues ahora, el joven caballero viejo y decrépito:
─ ¡Qué me habéis hecho! ¡Estáis loco!
─ ¿Loco yo? Sus le engañan, señor.
Y se marchó, riéndose a carcajadas.
El joven quedó desconcertado, era en apariencia viejo. Y vio con sus propios ojos que el viejo era joven. Así pues querido aprendiz, que no os engañen los ojos.
─ Maestro.
─ Sí, querido joven.
─ ¿Y eso qué significa?
─ Significa que nada dura para siempre, en este mundo todo cambia y gira rápidamente a nuestro alrededor. Por tanto prestarás mucha atención.
─ Maestro.
─ Sí.
─ Era usted ese anciano.
─ No. Yo era el joven caballero.
FIN
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